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CONTEXTO, HISTORIA DE CALIFORNIA 

Foto: Jorge Willian Sanchéz Latorre / Abogado ambientalista

 

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En Colombia existe aproximadamente el 50% de los páramos del mundo, éstos son ecosistemas donde habitan distintas especies, flora, fauna y se fabrica naturalmente el agua del país.

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El páramo de Santurbán, está ubicado entre los departamentos de Norte de Santander y Santander, con una extensión aproximada de 142.000 hectáreas. El área más ancha del páramo se encuentra en el territorio de Norte de Santander con un 72%, el área restante la abarca Santander con solo un 28%, sin embargo, este departamento se ha caracterizado por su gran auge de actividades agrícolas y mineras dentro de la provincia de Soto Norte, las cuales son base del desarrollo de la región, integrada por seis municipios: Vetas, California, Tona, Suratá, Matanza y Charta.

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California es un corregimiento de 1984 habitantes, hace parte del páramo de Santurbán, se distingue por ser minero por más de 450 años. Esta actividad es la fuente principal de economía de los californianos.

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En las dos últimas décadas California dependía de la pequeña minería en un 80%, un 15% del comercio y un 5% de la actividad agropecuaria, cada uno de estos sectores velaba por la protección del medio ambiente y sus tradiciones.

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“En los años 80 más de 120 empresas de pequeños mineros generaron una economía local bastante interesante” comenta Fabio Maldonado, Director de la fundación Por el Gran Pacto Social de California.

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Los años noventa llegan acompañados de inseguridad, escasa visión empresarial, exigencias ambientales del ministerio de ambiente y nulo apoyo del gobierno que hacen que la pequeña minería se vea afectada.

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En el año de 1994, explica Edgar Osma director del periódico Construyendo Región de la Provincia de Soto Norte, llegan las empresas canadienses comprando terrenos y licencias, de esta manera se concretan los acuerdos comerciales y nace la famosa empresa minera GREYSTAR, quien fue invadida por las FARC y el ELN en su momento obligándolos a partir, sin embargo, en el 2002 con la llegada del presidente Álvaro Uribe Vélez y su política de seguridad democrática, instala un batallón de alta montaña permitiendo que la empresa GREYSTAR reinicie operaciones provocando que en el 2004 comience la constante llegada de multinacionales mineras al municipio.

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Esto marcó un antes y un después en la forma de hacer minería en Santander. Las empresas comenzaron acaparando la gran cantidad del área minera del municipio, dejándolos sin más opción que afiliarse a las empresas pasando de ser independientes a ser empleados, por otro lado, quienes deciden no unirse al cambio, buscan otras alternativas de solución.

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